Eduardo Pérez: “La belleza de la Geografía está en trabajar con otros para mejorar la vida de las personas”
Eduardo Pérez, geógrafo del Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio, estudió la licenciatura y maestría en Geografía en la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) y el doctorado en Ordenación del Territorio y Medio Ambiente en la Universidad de Zaragoza. Es miembro del Grupo de Investigación Clima, Agua, Cambio Global y Sistemas Naturales del IUCA. Las principales líneas de investigación que trabaja son climatología aplicada, climatología agrícola, riesgos y amenazas climáticas, zonificación de potencial agrícola y geografía rural. Tiene formación complementaria en Sistemas de Información Geográfica, análisis de datos, estadística y programación en R. Ha trabajado en diversos proyectos de investigación, así como en la revisión de materiales educativos para alumnos y docentes en la Secretaría de Educación Pública (México). Actualmente es investigador iniciado en el Departamento de Geografía y Ordenación del Territorio de la Universidad de Zaragoza. Recientemente recibió la medalla Alfonso Caso que otorga la UNAM a los alumnos destacados en los estudios de posgrado.
- ¿Qué te inspiró a estudiar Geografía?
Como a muchos geógrafos, mi primer acercamiento a la disciplina surgió del vínculo con los paisajes naturales y la curiosidad por comprender los procesos físicos que los originan y transforman. Cuando llegó el momento de elegir una carrera a la que dedicaría buena parte de mi vida, tenía claro que quería una que integrara los aspectos físicos y sociales, que me permitiera entender fenómenos como la manifestación espacial de las desigualdades sociales o los impactos que podría generar un aumento en la temperatura global.
- ¿Cuál ha sido el proyecto o investigación más interesante en el que has trabajado?
Cada uno de los proyectos en los que he participado ha tenido elementos interesantes y ha representado retos, aprendizajes y oportunidades para desarrollar nuevas habilidades.
Por ejemplo, justo después de concluir la licenciatura, trabajé en proyectos que requerían el uso de algoritmos de nicho ecológico, un campo completamente nuevo para mí en ese momento, lo que me obligó a aprender sus fundamentos y aplicación en poco tiempo. En otros proyectos, tuve que adentrarme en modelos matemáticos para el desarrollo de un sistema de alerta temprana de heladas destinado a agricultores.
Uno de los trabajos que recuerdo con especial cariño fue la revisión de materiales educativos de Geografía para alumnos y docentes de educación básica. Representó un desafío importante y me permitió comprender mejor la relevancia del proceso de enseñanza-aprendizaje y de las estrategias pedagógicas. Es un ámbito profesional que demanda geógrafos bien formados.
Sin embargo, los proyectos que más disfruto son aquellos vinculados a las líneas de investigación sobre clima y agricultura.
- ¿Cómo crees que la Geografía puede impactar o cambiar el mundo en el futuro?
Hoy más que nunca, los conocimientos y aportaciones de la Geografía tienen un impacto directo en el futuro. Fenómenos que desde hace décadas se advertían, como el aumento de la temperatura media global o la gentrificación, son cada vez más evidentes. No existe otra disciplina que los aborde desde una perspectiva espacial, y esa es precisamente nuestra fortaleza.
Aun así, es fundamental fomentar la colaboración interdisciplinaria. Si bien la Geografía es esencial para la ordenación del territorio y la planificación, debemos reconocer que sus límites y alcances a veces pueden parecer difusos. No se trata de asumir que el geógrafo puede o debe estudiarlo todo, sino de entender que la belleza de esta disciplina radica en su capacidad para trabajar junto con otros profesionales, con el objetivo de mejorar las condiciones de vida de las personas y promover un uso responsable de los recursos, minimizando el impacto ambiental.
- ¿Tienes algún lugar favorito que hayas visitado o que te gustaría conocer? ¿Por qué?
Tengo muchos lugares favoritos, y muy diversos. Albi, en Francia, me encanta especialmente en otoño. Conozco casi toda Irlanda, uno de mis países preferidos por su clima y sus paisajes que me hacen sentir melancolía. En México, los pueblos de mis abuelos y de mi padre ocupan un lugar especial, tanto por el apego sentimental como por sus paisajes contrastantes.
En España, Zaragoza es mi ciudad favorita: me gusta su clima otoñal e invernal, el paso del río Ebro, y sobre todo, las amistades y personas valiosas que he conocido allí. En el futuro, me gustaría visitar Islandia, por los fenómenos atmosféricos que allí ocurren, y Japón, por su rica cultura.
- ¿Qué consejo le darías a los estudiantes que están comenzando en el mundo de la Geografía?
Les diría, ante todo, que disfruten de sus clases, que aprovechen al máximo los conocimientos de sus profesores y las salidas de campo, pues es ahí donde realmente se desarrolla el ojo geográfico.
También les recordaría que, aunque el dominio de las herramientas técnicas es fundamental, no deben olvidar que hacer Geografía va mucho más allá de elaborar un mapa atractivo. Cada dato o variable representada debe tener un significado y una interpretación acertada, tanto a nivel individual como colectivo.
- ¿Qué te gusta hacer en tu tiempo libre cuando no estás trabajando en temas relacionados con la Geografía?
Desde hace años, hacer ejercicio es una parte esencial de mi vida; me ayuda a desconectarme del trabajo y es una actividad que disfruto mucho. También toco la guitarra y leo novelas de fantasía medieval, como las de Tolkien, clásicos universales como Hesse, Hemingway o John Fante, y obras de terror cósmico como las de Lovecraft. Además, disfruto mucho de las excursiones, las series y los videojuegos.
También puedes leer la entrevista en el Boletín nº10 del Departamento.

